Informe sobre un informe - "El poder de las tinieblas" | Jesús Palacios
Jesús Palacios
EL
PODER DE LAS TINIEBLAS. Argentina, 1979. 90 m. C. D.:
Mario Sábato. G.: Mario Sábato sobre la historia original de Ernesto Sábato.
I.: Sergio Renán, Osvaldo Terranova, Enrique Fava,
Cristina Banegas, Rodolfo Brindisi, Graciela Dufau.
Hay dos formas como
mínimo de ver El poder de las tinieblas,
la esforzada película de Mario Sábato que adapta la obra maestra de su padre,
el gran escritor argentino Ernesto Sábato, Informe
sobre ciegos. Una es considerarla como un intento fallido más de filmar lo
imposible, una nueva demostración de las diferencias y límites entre literatura
y cine. La otra, verla por sí misma, y descubrir así una más que curiosa obra menor, extraordinariamente atípica dentro del
cine argentino: una película de puro horror fantástico.
Fernando es un
solitario divorciado que pasa su vida en una pensión, viviendo una existencia
triste y sórdida. Pero un buen día recibe la visita de un viejo amigo de la
infancia, quien tiene una historia delirante que contarle: ha descubierto que los ciegos son, en realidad, el secreto poder que
domina el mundo y, lógicamente, su vida está ahora en peligro. Por
supuesto, al principio Fernando piensa que su amigo está simple, llana y
completamente loco, pero cuando este muere misteriosamente, tal y como había
predicho, las cosas empiezan a torcerse. Fernando se da cuenta de que a su
alrededor las personas invidentes parecen extrañamente amenazadoras y siniestramente
omnipresentes. Decide entonces comenzar a grabar en una cinta un informe sobre
sus propias investigaciones, empezando también un imparable descenso a los
abismos de la paranoia y la locura, precipitado por la súbita pérdida
accidental de la vista de su mejor amigo, quien pasa así a convertirse en
sospechoso... Pero ¿y si quizá su viaje le está llevando a una verdad oculta en
la oscuridad para el resto de los mortales?¿Y si está a punto de descubrir la
impensable realidad del mundo de los ciegos?
Autor: Luis Scafati |
Con ritmo irregular
pero numerosos momentos efectivos y diálogos conseguidos, El poder de las tinieblas
consigue desplegar con éxito ante el espectador la ambigüedad de la situación y
la retorcida pero obsesiva lógica de la psicología conspiranoica, capaz de
transformar los aspectos más vulgares de la realidad cotidiana en sombras
amenazadoras y signos de lo terrible desconocido, desvelando la posibilidad de
una vida secreta de la ciudad que convierte Buenos Aires en un lugar tan mágico
como siniestro, repleto de oscuridad y misterio. Con guiños a clásicos del
género como El Dr. Jekyll y Mr. Hyde
o La semilla del diablo, su
fantástico clímax con el descenso de Fernando a las entrañas de la ciudad, tras
los pasos de su amigo ahora ciego, para descubrir que todos sus miedos son
reales (al menos para él...) resulta tan alucinado como verdaderamente escalofriante,
y el toque final (no spoiler) que cuestiona
nuestra interpretación de todo lo ocurrido funciona también eficazmente.
Naturalmente, El poder de las tinieblas no está a la
altura de la obra literaria original, con sus poderosos matices de horror
cósmico lovecraftiano y atmósfera de
pesadilla, entre Poe, Borges y Kafka, y la película tiene sus puntos flacos,
pero a pesar de ello constituye un muy
interesante y atípico ejemplo de verdadero cine de terror hecho en Argentina,
abierto a toda suerte de interpretaciones ―incluyendo las inevitables
implicaciones políticas sobre los “desaparecidos” durante la dictadura―,
realmente entretenido y cautivante. Hay que ver la película... pero, por
supuesto, hay que leer también Informe sobre ciegos de Ernesto Sábato ―brillantemente adaptado a su vez al cómic por Alberto Breccia― originalmente parte
de su más larga y ambiciosa novela De
héroes y tumbas, clásico fundamental no tanto del a veces mal etiquetado “realismo
mágico” latinoamericano como del más puro gótico rioplatense, de lectura no
menos obligada.
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