LEPTIRICA - A Vampire Serbian Film | Jesús Palacios



Jesús Palacios

LEPTIRICA. Yugoeslavia, 1974. 63 m. Color. D.: Djordje Kadijevic. G.: Djordje Kadijevic, según la novela de Milovan Glisic. I.: Mirjana Nikolic, Petar Bozovic, Slobodan “Cica” Perovic, Vasja Stankovic.

En un pequeño pueblo serbio del siglo XIX, cuatro molineros han resultado muertos por el ataque de un vampiro y la gente se siente amenazada por el hambre y el miedo. A pesar de ello, el joven Strahinja acepta trabajar de noche en el molino, a fin de conseguir algo de dinero y poder casarse con la bella Radojka, cuyo “padre” no ve su relación con buenos ojos. Este es el punto de partida de Leptirica (Aka. The She-Butterfly, 1974), filme de culto para la televisión, considerado como la primera película serbia de terror de la historia. Una extraña, hermosa y breve (poco más de una hora de duración) pequeña producción yugoeslava, dirigida por Djordje Kadijevic con estilo naturalista, rodada principalmente a pleno sol, repleta de humor típicamente eslavo e inquietante música folklórica coral, que adapta una famosa novela corta del escritor nacionalista serbio Milovan Glisic (conocido como el Gogol serbio), Después de noventa años, publicada en 1880, casi dos décadas antes que el Drácula de Stoker. Una breve pieza llena de agradables sorpresas para el amante de los vampiros, gracias a recoger un buen puñado de creencias y supersticiones locales sobre los no-muertos, que la distinguen notablemente del resto de producciones occidentales del género en la misma época, como la transformación en mariposa en lugar de en murciélago o el más conocido método para localizar la tumba del vampiro, utilizando a un semental. Kadijevic cambia notablemente la obra original, especialmente en su final, para hacerla más terrorífica, erótica y oscuramente surreal, con estupendos resultados, y el clímax es digno de una historia japonesa de fantasmas o algún siniestro relato de Las mil y una noches, además de incluir feroces vampiros con bocas repletas de afilados dientes, más parecidos a los nosferatu e incluso a los licántropos que a cierto elegante y bien conocido Conde. En definitiva a Serbian film (afortunadamente muy distinto de A Serbian Film) para seguidores entregados de los vampiros y el Folk Horror, realizado en plena eclosión del rico y variado cine de fantaterror del Este de Europa de los años 70 y 80, con auténtico sabor eslavo. Años más tarde, Kadijevic filmaría su propia versión personal de El Viy de Gogol, con el título de Sveto mesto (1990), que aún no he conseguido ver.





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