¿Quién eres tú, Polly Maggoo? | Jesús Palacios
¿Es posible rodar una sátira de la sociedad de consumo, del capitalismo salvaje y su bien más estimado y querido, la modelo profesional, convirtiéndola al mismo tiempo en un espectáculo hedonista, onanista y delirante, absolutamente disfrutable y deleitable para la mente, los sentidos y la vista? ¿Quién eres tú, Polly Maggoo? (Qui êtes-vous, Polly Maggoo?, 1966), primer largometraje de ficción del fotógrafo, pintor, documentalista, publicista y visionario William Klein es la respuesta y la respuesta es: ¡Sí! Al menos, claro, en 1966, en plena eclosión de la Nouvelle Vague, el Pop Art, la izquierda exquisita y el riesgo formal unido al sentido del humor, el radicalismo político dotado de ironía y la alegría de redescubrir el cine como arte y manifiesto. Explotando con perverso esteticismo la presencia hipnótica e infantil de la bella modelo Dorothy McGowan ―apartada después del mundanal ruido para siempre―, mezclando formatos, estilos y técnicas, del documental a la animación pasando por la parodia del cine de género, el absurdo o el musical, ¿Quién eres tú, Polly Maggoo? propone un aluvión imparable de imágenes surrealistas, eróticas, divertidas y provocadoras —cada plano, una obra maestra del Pop y el Op
Art— al tiempo que articula su cruenta sátira de la moda alrededor del arquetipo de Cenicienta y el Príncipe Encantador, sin renunciar por ello a explotar y explorar todas sus posibilidades. Entre Richard Lester y Goddard, inevitablemente próxima a propuestas contemporáneas como Las margaritas (Vera Chytilová, 1966), Made in U.S.A. (Godard, 1966) o Los misterios del organismo (Dusan Makavejev, 1971), pero también a los primeros Monty Python o a Fellini, intertextual, moderna y postmoderna, la película de Klein conserva toda su frescura, capaz de transmutar la pedantería en virtud, provocando la reflexión sesuda y sensual al tiempo, abduciendo al espectador en un juego de espejos en el que se funden el objeto de su crítica, su exposición y deconstrucción, con la gozosa exhibición y explotación del mismo, adelantándose en décadas al falso documental, el ensayo visual o el reality show. A este festivo festival vanguardista se suma un reparto encabezado por un Jean Rochefort que nunca fue joven pero sí siempre gran actor, y que incluye a Samy Frei, Philippe Noiret, una impresionante Grayson Hall, y cameos para Fernando Arrabal o Delphine Seyrig, además de un notable papel para Roland Topor, quien se encarga a su vez de los estupendos créditos finales, con preciosa canción de Michel Legrand; increíble fotografía en blanco y negro de Jean y Robert Boffety y maravilloso vestuario de Janine Klein, modelo y esposa del director. Desde el primer plano hasta el último, ¿Quién eres tú, Polly Maggoo? es un apasionante y apabullante recordatorio del tiempo en que modernidad, izquierda, imaginación, humor, esteticismo, erotismo y crítica marxista podían caminar de la mano y crear productos radicales y tan atemporales como a la vez propios de su época.
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