EL FOLK HORROR EXPLICADO A LOS NIÑOS | Jesús Palacios




MADRE OSCURA (The Wretched). USA, 2019. 95 m. Color. D.: Brett Pierce, Drew T. Pierce. G.: B. Pierce, D. T. Pierce. I.: John-Paul Howard, Piper Curda, Jamison Jones, Azie Tesfai, Blane Crockarell.

Madre oscura es una película de Folk Horror para adolescentes francamente imaginativa y efectiva, dirigida con atmósfera y estilo por los Pierce Bros., que bien podría basarse en alguna buena novela juvenil del género, aunque no sea el caso. 


Ben es un adolescente problemático que pasa las vacaciones con su padre, después del divorcio de sus progenitores. Tiene un brazo roto y escayolado, debido a algunos malos hábitos, y está intentando aceptar su nueva situación, trabajando en el puerto deportivo con papá, pero las cosas no se le van a poner fáciles. Especialmente cuando en la casa de al lado empiecen a ocurrir sucesos extraños y Ben, un poco Peeping Tom adolescente, comience a sospechar que una siniestra criatura del bosque, una especie de vieja bruja milenaria, ha poseído a la esposa del vecino, abduciendo a sus pequeños. 


Pero, como de costumbre... ¿quién va creer a un adolescente con antecedentes de robo y drogas, traumatizado por el divorcio de sus padres? Desde luego, ni su padre, ni la recién estrenada novia de su padre ni la policía. Tal vez su nueva amiga y compañera de trabajo, Sara... o quizás ni siquiera ella. Mientras tanto, la criatura sigue secuestrando niños y estrechando su tela de araña alrededor de Ben. 


Con guiños hacia La ventana indiscreta (Rear Window. Alfred Hitchcock, 1954) y Noche de miedo (Fright Night. Tom Holland, 1985), además de un voluntario aroma a cine de terror adolescente de los 80, pero aliñado todo con inteligente sentido de la oportunidad con elementos visuales y temáticos de puro Folk Horror, Madre oscura se toma su tiempo para comenzar con el terror, construyendo lentamente su atmósfera, pero finalmente se suelta y nos ofrece un aluvión de sustos, algunos giros sorprendentes, una Madre Monstruosa realmente espeluznante (aunque un pelín demasiado J-Horror), más montañas de suspense y diversión. 


Los poderes y características de la criatura están inspirados, en palabras de los propios Pierce Bros., en figuras tradicionales como la de Black Annis, procedente del folklore británico de la región de Leicester, quien secuestra y de vez en cuando devora niños en su caverna subterránea bajo un gran roble, o la Boo Hagh, cierto tipo de bruja vampiro de las tradiciones de la cultura afroamericana Gulá, en la zona costera y las islas de Carolina del Sur, que puede cambiar su piel por la de sus víctimas, tomando temporalmente su apariencia y absorbiendo su energía vital. De esta manera, la criatura combina los poderes de la brujería, hipnotizando a sus víctimas e incluso haciendo que olviden a sus seres queridos, con la capacidad de poseer sus cuerpos, al estilo de  La cosa (The Thing. John Carpenter, 1982) o La invasión de los ladrones de cuerpos (Invasión of the Body Snatchers. Don Siegel, 1956). Un poco de body horror nunca está de más.

Una representación de Black Annis por la artista Anna Pavleeva

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Grabado representando a una Boo Hag en acción: “No dejes que la Boo Hagh te monte”

El bebé cambiado en la cuna, el enigmático símbolo arcaico grabado en los árboles, el agujero en el bosque y la capacidad de la bruja para engañar y atraer a los niños nos remiten a fuentes tan diversas como Hansel y Gretel, El flautista de Hamelin, El proyecto de la bruja de Blair (The Blair Witch Project. Daniel Myrick, Eduardo Sánchez, 1999) o las tradiciones celtas de la Pequeña Gente, tan queridas por Arthur Machen, que también vimos en acción recientemente en la apreciable película irlandesa Bosque maldito (The Hole in the Ground. Lee Cronin, 2019), con la que guarda cierta similitud, aunque el filme de los hermanos Pierce resulte bastante más conseguido en mi humilde opinión. 


Al menos, no hay aquí ninguna mujer empoderada empeñada en una lucha épica para salvar a sus hijos, ni los hombres de la historia son especialmente malvados, estúpidos o ridículos (tampoco lo contrario, por supuesto), lo cual supone todo un respiro en estos tiempos. Madre oscura nos recuerda también que hay un Lado Tenebroso del arquetipo femenino que da mucho, pero que mucho miedo y funciona especialmente bien en el género de horror, sin recurrir a las imposturas del Elevated ni resultar necesariamente misógino. Folk Horror adolescente con estilo, un monstruo aterrador y algunas ideas nuevas... ¿Qué más se necesita para pasar una hora bruja?


Jesús Palacios 😈

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