Retrato de una mujer en llamas | Rakel S.H.
Cuando las películas tratan sobre música, literatura o pintura, las historias parecen embriagarse de esa sobredosis artística, cautivando al espectador vulnerable a la belleza y la cultura. Así es como Retrato de una mujer en llamas (Portrait de la jeune fille en feu) nos seduce en cada pincelada, sumergiéndonos en los trazos de la pasión contenida entre la artista y su modelo. Todo pintor sabe que la búsqueda obsesiva de la perfección condena el lienzo al fracaso; como en la vida y el amor, el arte debe tener cierta libertad para realizarse, incluso rozando el caos o el sufrimiento, para crear algo hermoso, auténtico y perdurable. Céline Sciamma nos esboza este drama en el marco de una isla solitaria de altos acantilados en la Bretaña de finales del XVIII, tiempos en los que las mujeres para sobrellevar la carga de las convenciones sociales desarrollaban otra vida ajena a éstas, como en un cuadro oculto tras la pintura a la vista, en la soledad y con sus semejantes. Es en esta intimidad, alejada del mundo de los hombres, en la que se encienden hasta el abrasamiento, la emoción, la frustración y la tensión sexual de Marianne y Héloïse.
Lo mejor: La dirección artística. La belleza visual.
Lo peor: El pudor innecesario en la resolución del momento erótico.
Karma Films
Valoración: 👽👽👽👽
PREMIOS Y NOMINACIONES
Sección Oficial: Mejor Guión (2019)
Sección Perlas (2019)
Nominada a Mejor Película Internacional (2019)
Nominada a Mejor Dirección, Guion y Actriz (2 nominaciones)
Ficha técnica y artística:
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