LAS VARIACIONES WEST │Jesús Palacios
💥#Comics
HERBERT WEST. CARNE
FRESCA. Luciano Saracino, Rodrigo López. Plan B
publicaciones. Colección Siurell. 96 páginas.
Muy lejos debía estar Lovecraft de
sospechar que su relato “Herbert West, reanimador”, que había concebido con
fines básicamente alimentarios y del que nunca se sintió especialmente
orgulloso, se iba a convertir, muchos años después de su muerte (lo que tiene
su lógica, tratándose de un cuento de muertos vivientes) en uno de los más
populares, adaptados a diferentes medios y literal y literariamente resucitados
de su extensa obra. Publicado en la revista de aficionados Home Brew en
1922, dividido en seis episodios, aparte de cobrar cinco dólares por cada uno,
la intención de su autor era, básicamente, parodiar el Frankenstein de
Mary Shelley, llevando a extremos grotescos, truculentos y casi esperpénticos
la figura del científico loco obsesionado con descubrir el secreto de la vida y
de la muerte, sin importarle las consecuencias ni trágicos resultados de sus
experimentos con cobayas humanas.
Ilustración de Correll para la reimpresión del relato de Lovecraft en Weird Tales, septiembre de 1942
Y por cierto que, pese al desprecio de HPL
por su propia historia, así como el de muchos de sus exégetas y admiradores,
que siempre la consideraron poco digna de interés, “Herbert West, reanimador”,
cumplió perfectamente su objetivo, constituyendo un divertido, insano y
preclaro ejemplo de humor negro exacerbado, splatterpunk avant la lettre
y zombis producto de la más loca y amoral hubris científica, preludio de
un siglo en el que los médicos de la muerte de la Alemania nazi, los perros con
dos cabezas de Vladimir Demikhov, la Unidad 731 del ejército imperial japonés o
el proyecto MKUltra de la CIA, iban a dejar los experimentos del bueno de
Herbert si no a la altura del betún, sí como tan sólo un mero ejemplo más de la
noble búsqueda científica del conocimiento y el bienestar humanos. De hecho,
mientras West inyectaba a sus cadáveres nunca suficientemente frescos su elixir
reanimador, en la misma década de los 20, el biólogo soviético Ilya Ivanovich
Ivanov inseminaba chimpancés hembras con esperma humano y a la inversa,
decidido a conseguir un híbrido de ambas especies, cuesta un poco adivinar por
qué. Pero tranquilos: la Covid19 es una gripe natural como la vida misma, ¿a
quién se le puede ocurrir pensar lo contrario?
Ilya Ivanovich Ivanov, el verdadero Dr. Moreau |
Por supuesto, la definitiva resurrección de
Herbert West se produciría gracias a esa industria, arte y técnica
eminentemente nigromántica que es el cinematógrafo. Cuando en 1985 se estrenara
Re-Animator, inspirada y brillante puesta al día del relato de Lovecraft
a manos del director Stuart Gordon, iniciando a su vez una no por irregular
menos disfrutable trilogía, el doctor loco de Miskatonic, encarnado en la
pantalla por un icónico Jeffrey Combs, quedaría consagrado como uno de los
mitos del terror moderno.
Jeffrey Combs, el Herbert West por excelencia, en Re-Animator (Stuart Gordon, 1985) |
Después vendrían secuelas, imitaciones,
adaptaciones a diversos medios e incontables revisiones del personaje,
incluyendo la relectura gótica del italiano Ivan Zuccon, amante impenitente de
Lovecraft, realizada en 2017. Llegando así a esta estupenda versión de las
historias originales del Maestro de Providence que se ofrece ahora al lector en formato gráfico, y que, lejos de constituirse en adaptación más o menos literal o pedestre,
reimagina los relatos con la frescura prometida por sus autores en el propio
título.
En efecto, aunque el guion de Luciano
Saracino sigue con notable fidelidad los sucesos principales relatados en cada
uno de los seis episodios originales, añade, separa o refina sutilmente sus
elementos constitutivos, sorprendiendo así tanto al conocedor de la obra como a
quien no haya disfrutado nunca de su lectura. Respetando el espíritu burlón, el
humor negro y la ironía del texto lovecraftiano, introduce también pinceladas
de erotismo sicalíptico, profundiza en la filosofía amoral y supremacista del
personaje, retoca y altera leve pero agudamente los matices y tonalidades de la
partitura original, interpretándolos con la personalidad del músico solista y
virtuoso que hace suya la música del compositor, ofreciendo no sólo una
reproducción perfecta de su modelo sino, más allá y más acá, unas variaciones
propias e imaginativas, capaces de reanimar la letra muerta con sonoridades
nuevas, frescas e inéditas. El éxito de la operación se debe, naturalmente,
sobre todo a la intervención quirúrgica llevada a cabo por el dibujante Rodrigo
López, con su escalpelo particular, que pone en imágenes el mundo gótico de
Herbert West con sesgo caricaturesco sin excesos, con ecos victorianos de un
George Cruishank o del trazo libre y suelto de Daumier, puestos al día con el
toque de un Gahan Wilson o, sobre todo, del genial Edward Gorey.
Entre ambos, Saracino y López han devuelto
a la vida, una vez más, al amoral, gélido e implacable Herbert West, reverso
negativo del Dr. Quatermass, imbuido del übermensch nietzscheano tanto
como del positivismo científico victoriano que derivaría en locuras tales como
el darwinismo social o la ciencia marxista, y quien retoma aquí alegremente sus
experimentos grotescos, tragicómicos y crueles pero siempre, siempre, llevados
a cabo en nuestro propio beneficio y en el del progreso de la humanidad. Un
progreso que conocen bien las legiones de las tumbas, el eco de cuyas voces nos
llega nuevamente a través de esta carne fresca que Luciano Saracino y
Rodrigo López han vuelto a poner en el asador.
Jesús Palacios 😈
(Nota: el presente texto es una versión del
prólogo que acompaña el cómic de Saracino y López)
https://dolmeneditorial.com/tienda/herbertwest/
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